Portugal es un país de rocas
esculpidas como atlantes
que asoman un dedo al mundo.
Portugal es un país de mares
con dientes de luciérnaga
que siempre – irremediablemente –
despiden al sol.
Portugal es un país que todo
cuenta en silencio,
sus mujeres lo saben,
sus secretos son oro bravo.
Portugal es un país de bisagras
añejas desde los huesos
y nadie sabe de sus llaves.
Te entierra sus ojos
con una sonrisa cauta y mora,
te deja con el murmullo
de los salones antiguos
y sus antiguas delicias.
Portugal me pesa,
me orilla a izar bandera
para descubrir como hace quinientos años
la locura que me conduce por sus calles,
y que entonces, hace quinientos años,
me orilló a tirarme al mar
para ahogarme de mundo.
06 02 08
12.17.2008
Quinientos años
Portugal es un país de rocas
esculpidas como atlantes
que asoman un dedo al mundo.
Portugal es un país de mares
con dientes de luciérnaga
que siempre – irremediablemente –
despiden al sol.
Portugal es un país que todo
cuenta en silencio,
sus mujeres lo saben,
sus secretos son oro bravo.
Portugal es un país de bisagras
añejas desde los huesos
y nadie sabe de sus llaves.
Te entierra sus ojos
con una sonrisa cauta y mora,
te deja con el murmullo
de los salones antiguos
y sus antiguas delicias.
Portugal me pesa,
me orilla a izar bandera
para descubrir como hace quinientos años
la locura que me conduce por sus calles,
y que entonces, hace quinientos años,
me orilló a tirarme al mar
para ahogarme de mundo.
06 02 08
esculpidas como atlantes
que asoman un dedo al mundo.
Portugal es un país de mares
con dientes de luciérnaga
que siempre – irremediablemente –
despiden al sol.
Portugal es un país que todo
cuenta en silencio,
sus mujeres lo saben,
sus secretos son oro bravo.
Portugal es un país de bisagras
añejas desde los huesos
y nadie sabe de sus llaves.
Te entierra sus ojos
con una sonrisa cauta y mora,
te deja con el murmullo
de los salones antiguos
y sus antiguas delicias.
Portugal me pesa,
me orilla a izar bandera
para descubrir como hace quinientos años
la locura que me conduce por sus calles,
y que entonces, hace quinientos años,
me orilló a tirarme al mar
para ahogarme de mundo.
06 02 08
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