Sobre Hasier Larretxea

Encontrar afinidades poéticas no es como encontrarte un billete de 100 euros por la calle, evento que finalmente me resulta mucho menos complicado, fantasioso e inverosímil, que hallar una voz cercana, cómplice, con la cual discurrir sobre poesía, si, pero más allá, mucho más allá.

Acercarse a otro poeta joven, sin pecar de soberbia o gestos grandilocuentes, es un ejercicio poco recurrido en los círculos literarios desde siempre, nada nuevo bajo la sombra y en la sombra. La otra manera, acercarse para conocer y aprender al otro, es menos cultivada, es cuestión de humildad.

Por ello, debo dedicar este post a un poeta con el cual he intercambiado más que unos pocos correos, al cual debo agradecerle no solamente el otorgarme el acceso a un poeta como Karmelo C. Iribarren, por enviarme poemas de Kirmen Uribe, y suyos propios; agradecerle el tiempo necesario para que en breves correos, y en una muestra poética de su creación, me lleve a encontrar una voz poética, rotunda y enérgica, esa voz que saben morder sin contención, plena del motor que incita a cualquier poeta a esgrimir versos, conteniendo ese dolor por lo establecido, esa lucha por la utopía y sus fines comunales, esa lucha no por las cosas como son, sino cómo debieran ser.

Añadir que Band of horses es una de sus bandas favoritas termina por conciliar totalmente esta afinidad.

Hasier Larretxea nace en Arraioz, un pequeño pueblo de Navarra, en 1982. Este poema está publicado en el libro "La última bala",editado por Point de lunettes.


Galdu dut anaia.
Galdu, galdu dut bizitza erdia.
Galdu, galdu dut irria,
esperantza.
Galdu dut negarra.
Galdu, galdu dut esperantza.
Galdu dut konfiantza.
Galdu, galdu dut kasik dena.
Galdu, zu eta nire erdia.
Galdu, nintzena.
Erradazu,
zer da gelditzen zaidana?

He perdido un hermano.
He perdido, media vida.
Perder, he perdido la risa.
La esperanza.
He perdido el llanto.
He perdido la confianza.
Perder, he perdido casi todo.
Te he perdido a ti y a mi mitad.
He perdido lo que fui.
Dime,
¿qué me queda?